Playlist Random
Siempre
estamos leyendo y repitiendo las mismas parodias, los mismos chistes, errores y
aciertos como máquinas del pastiche…
Daniel Rojas Pachas
Rojas Pachas,
Daniel. Random. Narrativa punto aparte. Valparaiso, Chile. 2014
Suelo reírme hasta que me duele el estómago cuando algunos autores dicen
que sus textos tienden a ser una réplica de tal o cual fórmula matemática; ya
sea la secuencia de Fibonacci o son fractales. Entonces los lees y te das
cuenta que no hay nada ahí, simples líneas lógicas, más aristotélicas que nada.
Así que uno va y lee a los que vienen sin dichas pretensiones. Y allí salta el
problema y sólo alcanzas a ver el fantasma que no se puede detener al momento.
Random de Rojas Pachas parece que funciona sin problema: un conjunto de
retazos bien relatados que nos llevan de un lugar a otro, contando diversas
anécdotas de personajes a los cuales uno se asemeja demasiado. Podríamos decir
que el autor sabe contar la historia, que tiene una maestría técnica para envolver
al lector y que por ello funciona. Que construye con esos retazos de historias
una realidad, que al estar encimadas, cada una funciona como una capa más de
dicho entorno que nos pone el escritor para darnos la sensación de realidad
compleja. Todo esto sería bastante fácil para describir lo que ocurre dentro de
la novela.
Buscando una analogía, me acordé de esos viajes largos en autobús.
Comienzas viendo el paisaje a través de la ventana, te vas quedando dormido y,
de pronto despiertas, en los audífonos se escucha una canción que nada tiene
que ver con la película que hay en la pantalla; menos con la imagen que te
ofrece el interior del camión o la ventana que ahora tiene la pátina de grasa
que ha dejado la propia cabeza. Disfrutas la pieza y en la siguiente vuelves a
dormir. El siguiente despertar es en otra ciudad, a la cual no bajarás y sólo
sabrás de ella que tiene una central de autobuses igual de la que saliste. Esto
durará entre ocho y doce horas. Esta sensación tuve mientras leía Random.
Así fue la primera vez y me pareció fascinante. Volvió a ocurrí la
segunda vez y me llamó la atención. La tercera vez me tuve que poner a buscar
una explicación lógica a la conducta de dicha novela. ¿Cuál era la lógica
interna que la mueve?
Me di la explicación arriba dicha y no quedé conforme. El tipo juega de
alguna manera para que la sensación sea así. Indagando en otro lugar y por otra
situación que no viene al caso, revisé como Grigori Perelman resolvía la
Conjetura de Poincaré. Observé que la novela funcionaba en dicha lógica.
Explico: cuando estamos en una esfera no podemos darnos cuenta de ella, pues
nos cuesta trabajo observar dentro de ella que es tridimensional, entonces
hacemos planos o fragmentos de los objetos, construimos de manera natural fases
que al unirlos, asumimos que es un poliedro. Y que estamos en uno de los
ángulos de dicho poliedro. Perdimos de vista la esfera. Es decir, siempre
estuvimos en el mismo punto de la esfera y le dimos la vuelta con la mirada,
llegando a dicho punto. Rojas Pachas construyó una esfera que engaña la vista
del lector. Lo sienta en un lugar y crea para él un mundo que corre frente a
sus ojos, cada fragmento que pasa da la sensación de movimiento, pero el lector
jamás se mueve. Nos hace perder la dimensión del objeto y nos ofrece la
sensación de correr en dicho espacio y lo que sucede es el tiempo, la
percepción de tiempo que nos enfrasca y emociona.
Como siempre y como todo, esta es la explicación que a mí me satisface
para comprender las sensaciones y emociones de la novela. Lo mejor será que
cada cual cree una para sí mismo.
Francisco Rangel
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