El abandono como piedra angular: Random, de Daniel Rojas
Pachas
[por Carlos Henrickson]
En un pleno
desafío a la forma-novela, Random (Valparaíso: Narrativa Punto Aparte,
2014), de Daniel Rojas Pachas (Lima, 1983), se ofrece por fuera como un opuesto
programático a la unidad narrativa. Aplicando la multiplicidad a todos los
planos -personajes, escenas, modos-, se presenta acompañada de una lista de
tracks de un reproductor mp3 que sugiere una selección aleatoria, haciendo que
cada una de las breves secciones se plantee estrictamente como unidad
micronarrativa, con intensidades distintas que no dejan de sugerir su
fragmentariedad.
Los resultados
de tal disposición resultan desde ya un comentario formal con respecto al mundo
narrativo que desea presentar Rojas. Los personajes tienen por común un
abandono radical, en el seno de una sociedad que de tan indiferente parece no
existir como tal. El espacio que se deja ver a retazos tras la usualmente
abismada conciencia de los personajes es el de lugares de paso o de reunión,
con privilegio del espacio geográfico de frontera; y el mundo social como
posible totalidad se da sólo en casos contadísimos, a menudo bajo la forma de
obvias analepsis que saben aparecer desligadas, a menudo yuxtapuestas a
fragmentos de distinto modo narrativo. Este mundo social, de manera análoga al
entorno familiar que se ofrece como una de las claves de lectura, marca así su
presencia por ausencia, dando con ello una conformación ejemplar del abandono.
La misma posibilidad ética se ve suspendida en este mundo fragmentado, en que
se asume que la utopía del libro total no puede sino llevar a la
postulación del fragmentario romántico como la medida de su fracaso,
como dentro del mismo libro señala la referencia de Maurice Blanchot en la
página 74.
El fracaso, como
constante de destino, da la medida de las acciones en Random. Los
personajes centrales, parte de una familia marcada por la separación paterna,
son presentados a brochazos por sus acciones inconclusas y sus proyectos
imposibles o delirantes. El cumplimiento de lo que podría ser un destino pasa
siempre por el quiebre violento de las leyes de sociabilidad más fundamentales,
como si buscasen una definición de sí mismos desde el más allá de un
entorno marcado por la falta total de sentido y la indiferencia ética absoluta.
Este más allá, marcado por el incesto y el crimen, encuentra su lugar en
una cultura de masas en que la duplicación espectral -como personaje de comic,
avatar de juego de videos o nick de chat- da una sombra de sentido, sin
alcanzar a proponer un destino trascendente. La perpetuación de la
fragmentariedad queda con esto asegurada.
Cabe señalar que
en la estructura de Random, más allá del natural dibujo rizomático que
se produce por la multiplicidad, existe un narrador testigo, que parece forzado
a dar cuenta de la posibilidad (frustrada) de presentar la historia de los
personajes como totalidad. Estos fragmentos me parecen ejemplares como la
conciencia histórica vital -de piel- sobre una serie de procesos
psicológicos y sociales que las generaciones nacidas post-golpe hemos tenido
que experimentar de forma cada vez más amarga. La carencia de una
fundamentación efectiva -que se logre enlazar con un destino claro, una épica,
si es que no una tragedia- rompe sin tregua cualquier posibilidad
conclusiva de comprensión, y cierra la posibilidad de juicio ético ante la
descontrolada deriva de los personajes, que llega hasta el crimen y la
autoeliminación real o simbólica.
Random es, más que nada, un testimonio de época: el despliegue de la
sociedad del espectáculo en el seno del liberalismo más desatado sólo puede ser
padecido por sus personajes, pasmados por el achatamiento completo bajo la
inercia histórica total. Dar la nota del ahogo, de la clausura ética, es una
efectiva virtud, y la estructura elegida, profundamente subversiva, sabe darnos
una sensación de inorganicidad que, paradójicamente, hace más vívidos sus
referentes. Rojas Pachas, ya reconocido como editor y crítico, ofrece con este
libro un inquietante signo de pregunta sobre el campo narrativo de nuestro
país.
La publicación
del libro es, sin duda, una gran apuesta para Narrativa Punto Aparte, más alta
considerando el no-lugar de Random dentro de una producción
nacional, con respecto a este género, cada vez más autorreferente y acrítica de
sus procedimientos y su estructura.
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