Rencor-
misericordia-
calma,
el rictus flagelante de tu boca,
tras la barra, en su cajón, la hembra-fulgor desatado,
apagada histórica, tiñe su monolítico perfil,
la impostura de la carne, los pliegues de cuanto ante-paraíso, corre “minusválido”
y la esquina, tanta esquina en este globo informe,
consume, embriaga y saluda la sombra,
la madeja ingenua, sangrante, virgen.
Autor: Daniel Rojas Pachas.
2 comentarios:
Te felicito por el poema, tan apocalíptico como sugerente.
Un saludo y espero que puedas visitarme.
Gracias por tus palabras, me daré una vuelta por tu blog...
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