98. David Bowie | Space Oddity | 5:04
Una tarde no aguanté más esos holas y adioses silenciados.
Tomé un bus y fui al encuentro de ella, sabía que era
algo riesgoso, una puerta y un final boss que sería difícil de
cruzar. Viajé muchas horas sin una dirección exacta, sólo un
número de celular de hace dos años. Al llegar a destino,
busqué unas monedas al fondo del bolsillo interior de mi
chaqueta. Durante las veintidós horas de viaje no pude dormir,
leí hasta que apagaron las luces y luego escuché música
procurando no pensar demasiado en el futuro…
4. David Bowie | Starman | 4:20
La conocí en un taller de poesía de la universidad. Estudiaba
Sicología, luego se cambiaría a Medicina. Le regalé un cuento que
había escrito y enviado a un concurso, yo acababa de llegar a Literatura,
me gustó en el acto. Al verla pensé: “No es lo mismo salir de
un cuarto que…”. Cada vez que cruzo una puerta pienso lo mismo,
¿por qué no fundamos ese lenguaje y ese mundo extraño para los
dos, demasiado bueno para ser real? Su padre nos encontró durmiendo
en la habitación que ella arrendaba en la ciudad. Escuchá-
bamos a Bowie abrazados y sin ropa, creíamos que estábamos por
encima de todo y todos. Creo que eso le molestaba a su padre. Por eso
decidió llevársela. Ella dijo no creer en la culpa, pero al final los
argumentos de su viejo pesaron y se largó. Jamás respondió a mis
llamadas, ni siquiera un correo. Dejé de intentarlo, así como dejé de
esperar lo mismo de mi padre en un momento. Creo que esa ausencia
es al final la escritura más generosa de todas. Al llegar a cada
estación o aeropuerto, a veces al mediodía y otras tantas de noche
(los extraño y para no olvidarlos trato de dedicarles alguna línea,
quizá a eso se refería ella con crear un lenguaje y un cuarto propio
para albergarlos a todos, una pieza menos cerrada que aquella habitación
de enfermo que tuve de niño con un televisor, unos Gijoes
y un Nintendo con sus controles cuadrados como único contacto
con el mundo)
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