Texto de presentación preparado y leído por mí sobre Daniel Rojas Pachas, en ocasión del premio regional de arte y cultura. En esta foto Daniel agradeciendo el premio.
No tengo registros de la vida terrena anterior de Daniel Rojas Pachas (Averiguar esto será una tarea ineludible para aquellos historiadores y críticos que quieran desentrañar los misterios de uno de los apogeos más importantes de la literatura de Arica Parinacota), no tengo registros ya que para mí el relato de vida de Daniel parte “in media res”, cuando por allá por finales de la década anterior, en el círculo virtuoso de la comunidad regional de profesores de lenguaje, se implementa un convenio con la Universidad de Tarapacá para incorporar en nuestras actividades a un grupo de alumnos y alumnas de último año de pedagogía en lenguaje y comunicación. Este grupo venía naturalmente liderado por este personaje que llega con la misma figura de lobo estepario que hoy pasea por nuestra región, por Chile y por América en cuanta actividad literaria pudiese existir.
En esa época de inmediato noté que estaba en presencia de un ser diferente, ya desde su forma de hablar, cuidada y llena de acentos americanos, como también en el aporte teórico y práctico a la comunidad de docentes de lenguaje.
Desde esas remotitudes me considero su compañero de ruta y por eso estoy ante ustedes en esta noche de merecido reconocimiento.
Presentar a Daniel es hablar de una simbiosis extrema entre un marco teórico exorbitante y una praxis delirante, ya que tenemos ante nosotros a un “homo sapiens” hambriento de saber, de explorar, de conocer y a la vez a un “homo concretus” que ha ayudado con su “Editorial Cinosargo” y su casi centenar de publicaciones, a que nuestra región esté en estos momentos en lo más alto del ranking nacional en cuanto a la edición de libros.
Este simbiótico ser quiero resumirlo también como un “homo literatus ideal”, que no se queda sólo, ni solo, en una acabada formación académica y literaria, sino que logra productos concretos con múltiples obras poéticas , obras narrativas, ensayos, artículos, ponencias, presentaciones, viajes, organización de ferias, participación en congresos, seminarios, talleres, etc. ( y en el etcétera afortunadamente consideramos otra variopinta cantidad y calidad de actividades que sería largo detallar).
Por otra parte, Daniel también es un “homo sociabilis” constituyéndose como uno de los líderes naturales de una nueva y buena generación de escritores jóvenes que nos sorprenden cada vez con una literatura irreverente, multimedial, atingente, conectada con la cultura juvenil y dispuesta a jugarse tanto en los salones más refinados como en los más sórdidos antros de la realidad local.
Finalmente tengo que decir que Daniel es sobretodo un “homo futurus” que no tiene frontera, ni límites, ni claridades ni oscuridades, sólo tiene porvenir y eso lo hace más que merecedor de este premio regional de arte y cultura. Muchas gracias.
ATENTAMENTE
Iván Salas Madrid
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