Nuevas Voces dentro
de la Literatura Ariqueña.
Daniel Rojas Pachas
Puede
atribuirse al crecimiento de la industria editorial debido al trabajo de
Cinosargo y la Liga Ediciones, a la interconectividad que permite a un autor
dar a conocer su obra más allá de los límites de la ciudad que habita o la
consciencia de que Arica no es el final de Chile sino la puerta que nos conecta
con el resto del continente, lo claro es que en los últimos cinco años hemos
podido apreciar la madurez de creadores que han ido cristalizando su trabajo
literario a través de publicaciones, premios, invitaciones a Ferias del libro y
Festivales Literarios con su respectiva aparición en antologías nacionales y
extranjeras. Hay que destacar que hablamos mayormente de autores sub 30 con
estilos disímiles, lo que no permite encasillarlos dentro de determinada
tradición local y lo más importante, su opción de promover el trabajo artístico
desde el norte. Se trata de una lógica que supera la razón dominante que pesaba
a sus predecesores obligándolos a tener que trasladarse a Santiago u otra gran
ciudad para madurar su proyecto escritural.
Dentro
de la narrativa podemos referirnos a Pablo Espinoza Bardi y Josmar Conde. El
primero ha publicado a la fecha cinco libros, colecciones de cuentos ligadas al
terror tanto fantástico como a la figura del asesino en serie. La narrativa de
Bardi es visual, dinámica y responde a
claves del terror ligadas al gore y las cintas clase B del género y si bien la
influencia y tributo a maestros como Lovecraft está presente, su trabajo es
versátil y se instala a nivel nacional como las pocas propuestas sustentables
que trabajan esta línea de la fantasía. Por su parte, Josmar Conde a través de
su libro Desborde indaga a través de varios relatos extensos la intimidad y la
vida urbana de una generación desasida y apática en que los detalles más
superficiales y cotidianos gobiernan sus relaciones, Josmar en su libro toma el
pulso a sujetos encerrados en su
microcosmos, seres ambiguos y ambivalentes alejados de toda épica o gran
historia. El autor logra crear atmósferas de encierro e individualidad que
permiten situar sus textos universalmente.
En
poesía, el trabajo de Renato Contreras D, propone un híbrido textual en que
poesía y prosa se amalgaman para fabular en torno al videojuego y la cultura
gamer, en clave paródica Continue? es un carpetazo nostálgico pero a la vez
ácido con respecto al crecimiento al alero de personajes como Mega Man, Link,
la compañía Rareware y la supervivencia en los arcades y las cabinas de
arriendo de play con los típicos maleteros, los jugadores de Winning Eleven y
toda la fauna. Otro poeta nacido en los noventa es Daniel Olcay Jeneral, su
obra Asfalto_ es un texto en que priman códigos cibernéticos, la máquina y el
hombre se fusionan como en el Neuromante de Gibson, el cyberpunk, los guiños a
las distopias de Philip K Dick y una mirada instrospectiva a la tragedia
Isabelina reflejada en la figura de Lady Macbeth enrarecen una poética en que
desfilan vagabundos, memoria artificial, gorgonas y otros fantasmas que
transitan entre lo virtual y corpóreo. En suma, estos creadores dan cuenta de
que son ante todo grandes lectores, revisores de su tiempo y generadores de una
bibliografía inusual que está sentando las bases de la futura literatura del norte
fronterizo.
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