“Necesito una respuesta”
-el
6 de diciembre Gu Cheng dio un recital
y
habló en Los Ángeles, California, USA.
Yo tengo mucho sueño, cuando estoy
somnoliento me interno en los sueños. / Vine desde New York, perdí no pocos
poemas, por eso esta vez sólo puedo leer los que todavía no se han perdido. /
Al ingresar a este salón, yo vi muchas cosas perdidas por los muertos, los vivos
las encontraron. / Las personas siempre temen olvidar los asuntos, pero aún
olvidan los asuntos más importantes. / Yo estoy sentado aquí, me espero a mí
mismo, veo a mi amigo que avanza desde el frente. / La lámpara de aquí es
redonda, me permite recordar cuando yo era pequeño que me gustaba un huevo de
pájaro. / Yo quiero mucho vivir en el centro de un huevo de pájaro, / pero el
mundo me dice que yo nací en un nido, / también me dice que yo nací en el fondo
plano de una olla, yo deseo creer esta expresión: / pero en los sueños, siempre
hay una voz que dice que no es así, / yo tengo un origen, pero lo olvidé. Yo
escribo poemas porque recuerdo. /
Hay un amigo que creció en los Estados
Unidos, en estos días nos encontramos a diario, / hace un momento él me
preguntó, por qué debo traer esta gorra. Yo sé que él necesita una respuesta, /
yo dije, esto es una antena, puede recibir sonidos de la felicidad. / Él
escuchó y manifestó satisfacción, / porque la gorra tiene un uso. / Yo también
me sentí satisfecho, / como si encima de mis ojos aún hubiera ojos. / En Nueva
Zelanda están de sobra, porque allí hay mucha tranquilidad, / no es necesario
que traiga gorra también puedo escuchar el canto de los pájaros, / veo
estrellas más allá de las estrellas. / El primer poema que a continuación
recitaré, / justamente lo escribí allá, / aún no ha sido impreso en caracteres
de plomo, / él esta noche sólo es sonido ______
esta
es la más bella estación
puede olvidar soñar
por doquier todo es flor
se colman las montañas de oscuras sombras
que
flotan
estas son las más bellas sombras oscuras
pueden agitar la luz solar
suavemente bajan la montaña
las copas de licor tintinean
estas son las más bellas copas de licor
pueden emitir cantos
colocarlos en flores fragantes y
recogerlos
en las cuatro direcciones todo es sol
este es el más bello sol
imprime flores sobre el suelo
quién desea recoger las sombras
quién desea recoger los rayos brillantes
(Incompleto)
Gu Cheng (1956-1993) fue un famoso poeta,
ensayista, novelista y dibujante chino. Llegó a ser un prominente miembro de
los “poetas oscuros”, un grupo de poetas chinos surgido después de las reformas
de 1979. Él, junto con Hai Zi y Ge Mai, forman el trío de poetas suicidas de
fines del siglo XX.
Gu Cheng tuvo una vida privilegiada al ser
hijo de un destacado miembro del partido comunista. Su padre, Gu Gong, era un
poeta del ejército chino. A la edad de doce años, Gu Cheng y su familia fueron
enviados a una zona rural de la oriental provincia de Shandong, por causa de la
“revolución cultural”, para que se “reeducaran”. En esa región se dedicaron a
criar cerdos. Allí, donde permaneció durante cuatro años, Gu Cheng proclamó que
había aprendido poesía directamente de la naturaleza.
A finales de los años setenta del siglo
pasado, Gu Cheng figuró como integrante de la revista semiclandestina “Today”,
la cual comenzó un movimiento en la poesía conocido como “menglong” que
significa “oscuro, nebuloso, confuso” y también “luz débil de la luna”. En poco
tiempo, Gu Cheng se convirtió en una celebridad internacional y viajó por el
mundo acompañado por su esposa Xie Ye. Luego los dos se asentaron en Auckland,
Nueva Zelanda, donde Gu Cheng enseñó idioma chino en la universidad.
En octubre de 1993 Gu Cheng atacó a su
esposa con un hacha y después él se ahorcó. Ella falleció cuatro horas más
tarde en un hospital. Él tenía treinta y siete años; ella, treinta y cinco.
Todavía existe mucho debate acerca de lo que sucedió realmente aquel día.
Gu Cheng frecuentemente llevaba como gorra
un pedazo de tela recortada de una pierna de pantalón jean. Con esa “gorra”
aparece en la portada de uno de sus libros. A la edad de tres años él inventó
su propio lenguaje, pero nadie le entendía. Él mismo expresó: “La oscura noche
me dio estos ojos oscuros, pero yo los usaré para buscar la luz”.
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