257. Gentle Giant – Free Hand… 6:17
Recuerdo haber leído: “La señalización de tales guetos y de sus
productos se ha llevado a cabo con la letra X, signo infamante del anonimato
que ilustra la consideración despectiva de las instituciones oficiales hacia el
género (…) es interesante observar que la revista libertaria norteamericana
Radical Software adoptó en 1970 la letra X como emblema militante, como
antítesis del copyright y derivado de las copiadoras Xerox”.
La calle está llena de escolares esperando la micro, sus maquillajes,
las faldas cortísimas, su extraña inocencia muriendo me ofende, pero es
preferible al asco que provocan los otros transeúntes, yendo al banco o
volviendo de la notaria… de los locales brota el ruido de esos falsos juegos de
ingenio, 8 bits mal utilizados, son tragamonedas camuflados que se repletan de
insatisfechas dueñas de casa que destrozan el vuelto del pan, aferradas a una
ingenua sensación de triunfo que la teleserie de media mañana ya no les regala,
su animador favorito se hizo mierda en un accidente aéreo, ahora sólo quedan
unos posters de cartón que venden en la cuneta junto al afiche de la selección
para compadecernos de nuestras victorias morales, olor a aceite de papas fritas,
olor a mayonesa rancia, luces de neón apagadas y un calor de mierda que se agrava producto de los chifas, esa
enrarecida comida china que tanto nos fascina por estas geografías, pues Lo-Pan
está friendo el arroz mientras nos ve pasar y se ríe en una lengua
ininteligible, fuentes de soda y ferias devastadas que cobijan a miles de
contadores degradados y pobres abogados con sus trajecitos horribles y baratos,
todo tan sucio, las murallas, los cuerpos sudados y percudidos, los escolares
me fascinan, cuando tenía su edad, ser un freak era lo peor, si te gustaban los
comics o cierto tipo de música eras un paria, y relacionarte con otros como tú,
una chica, un chico con tus mismos intereses, en otro colegio, fuera de tu
burbuja, era virtualmente imposible, casi tan sci-fi como lanzar sondas al
espacio en busca de vida inteligente… había que ser un party-boy, a lo mucho
podías conocer gente en el pre, en la tienda en que comprabas ñoñerías, pero claro,
allí no habían chicas lindas… ahora ser un misfit es un valor añadido, un gusto
adquirido. Una amiga que es profesora me contó que los escolares en las
entrevistas de orientación colocan orgullosos, soy raro, pero ese ser raro está
dado por un guardarropa, por un mal gusto y estilización injertada… excitados
todos, como hamsters a los que les dan agua con LSD, corriendo sin sentido en
una vertiginosa tarea por ser alguien distinto, único, especial… veo a una
flaca pelirroja con rayas azules y verdes en el cabello, trae una camiseta de
megadeth medio ajada y su pantalón de buzo azul delata su edad y el liceo al
cual pertenece, cuando estaba en el colegio estás chicas perfil suicide girl no
existían, pienso que nací en la década equivocada, entra a un renovado flipper
y se sube a un juego de baile, flipper, un concepto huacho que delata mi edad…
mesas con pendejos jugando xbox, mucha interactividad -debes usar las manos
para estos juegos, eso es de bebitos- diría un desconocido Elijah Wood a Marty
Mcfly… me voy a un tablero que es un pseudo-mame, un emulador del emulador con
forma de manillas, la tecnología me abruma, juego el shooter de Gijoe, Snake
Eyes corre por la pantalla, llego fácilmente a la Baronesa cuando de pronto se
cuelga la máquina, no puedo seguir avanzando, se tragó mi moneda, mierda a qué
me aferro… la pelirroja se fue, los sonidos de ocho bits se apagan…
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