A  poco de comenzar a leer este libro nos encontramos con una realidad  fragmentaria. Algo como próximo a la explosión, imágenes que se recrean  en nuestras mentes, sí, la de los lectores, se recrean porque son a fin  de cuentas un conjuro para la aparición de los demonios propios. A ratos  cotidiano, elíptico, laberintico y en otras ocasiones; lineal. Una coda  de ritmos (aunque se componga de  algunas prosas) en donde se va  ajustando el lente de la imaginación. Sorprende, golpea, nos digiere el  espíritu esa curiosidad que nos alienta a continuar leyendo.
Esta  composición, es un escalón hacia la verificación de un estilo iniciado  en Gramma, con esto me refiero al fondo, esa mirada que para los más  conservadores pareciera enfermiza, es sin lugar a dudas una lucidez  abismante, el retrato de realidades desacralizadas, las mismas que la  literatura obvia o las atisba de soslayo. Firme el trazo. Coprolalia que  provoca al naturalismo que todos buscamos en las composiciones  actuales. Una ironía justa, galopante, cierta. Un mirar certero violento  y duro acerca de la literatura. Una Ira justa o la ira del justo que  pugna por salir y escapar ante nuestros ojos. Algunos veremos retratados  nuestros instantes. Un conjuro un llamado a oscuros sentimientos que  nos definen como humanos. Las imágenes de una cultura general  posmoderna, el invitar a ese “yo” que aparece observando la calle y  hacia dentro de nosotros mismos. Eso es Carne.
En la forma es  dúctil. No se escatima  la creatividad para exponernos esta tajante  muestra de cotidianidad. Los acápites de Educación Sentimental (de la  parte I a la V) son textos de los que se puede  obtener una  señalética dentro  de la estructura del libro.
Claves necesarias para arrojar algunas  luces de esta cosmovisión a la que el mundo pareciese empeñado a  sofocar.  No lo logra, de hecho el hablante lírico despoja al mundo de  esas ansias por aplastarlo, llegando a ser algunos de sus textos,  concretas catarsis  sin quebrar la unidad a la que apunta Carne.
Hay  textos señeros y altamente recomendables como: “Combo breaker”, “Estoy  rodeado por hijos de puta o [vendiendo poleras de don ramón y jack  skellington pague la universidad pero nadie me salva de esta úlcera del  carajo]” textos que importan la diferencia substancial con Gramma. En  esta oportunidad se aporta un carácter lúdico, tenor que sostiene en  amplios pasajes de la obra en comento.
La prosa bien dirigida no  da descanso al lector, le bombardea de imágenes e íconos que hacen  vívida la construcción del texto, obras vivas, acompañadas con  reflexiones que se comparten si la realidad nos ha mostrado escenas  similares, aquí Rojas Pachas nos lleva de la mano con su oficio a las  conclusiones latentes dentro de nuestro observar. Lo de las referencias,  siempre útil, presta su función perfectamente. Sólido trabajo.
Autor: Eduardo Jeraldo Farías Alderete
Fuente: Gatopistola
 

 
  
 
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1 comentario:
“Padre nuestro,
que estás escondido en los cielos,
vitalicio sea tu nómina;
venga a nosotros tu astucia;
hágase tu voluntad
en los mercados y los bancos.
Danos hoy el préstamo de cada día;
perdona a los gobiernos,
como también perdonas a los capitalistas
que tanto nos joden;
no nos dejes caer en banca rota,
y líbranos del banco central.
Amén.”
La hora llegó.
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