Año 2008 - En la foto Milvia Alata, Daniel Rojas Pachas, Carmen Berenguer y Matías Arredondo.
El pasado martes 16 de diciembre estuvo en la ciudad la escritora nacional Carmen Berenguer, la poeta compartió con la comunidad de escritores, académicos y estudiantes de letras de la universidad de Tarapacá todo un día de poesía, con un valioso recorrido por la historia literaria del país, a partir de lo denominado metafóricamente fisura o quiebre, caracterizando el ejercicio de escribir e interpretar la realidad en el panorama post setenta y tres. Su discurso, lejos de estar encerrado en sí mismo, tomó como eje la experiencia de la autora pero permitió a los asistentes revisitar cerca de noventa años de poesía, a partir de los veinte, retratando la influencia de figuras como Neruda, Mistral, Huidobro, Pablo y Winett de Rokha para luego centrarse en Lihn como señera personalidad de los cincuenta, luego vendría el reconocimiento a la obra de Juan Luis Martínez, autor de la Nueva Novela, la agrupación C.A.D.A, Eltit, Lotty Rosenfeld y Zurita como inauguradores de un movimiento de subversión, desacato y vanguardia creativa que a contar de la década de los ochenta germinaría con inquietud en los jóvenes participes de talleres, potenciales escritores ansiosos por desatar su verbo y contrarrestar la tajante represión. Estos protagonistas, entre los cuales contamos la obra de: Carmen Berenguer, Elvira Hernández, Verónica Zondec, Eugenia Brito, Alejandra Basualto, Bárbara Délano, Teresa Calderón y muchas otras, constituyen un momento en la escena creativa nacional de indiscutible transformación, sobre todo si destacamos el fértil rol que tomaría la mujer al intervenir de manera preponderante la creación y crítica por medio de la palabra. Estas autoras consiguieron no sólo dar un nuevo cauce a la voz y perspectiva del hablante femenino, sino que lograron introducir temas esenciales para la situación social y política de la nación desde otro foco, aquel que estaba vetado y que en un comienzo debieron ocultar pero que en la lectura e interpretación profunda de sus estrategias textuales, arroja más que el amor y agonía de una sensibilidad; la poesía se vuelca a profundas revisiones acerca del poder, el cuerpo, la lengua, todo a la luz de la caída de los grandes discursos y el acercamiento que estas mujeres, que en ese entonces, motivaron un primer congreso de literatura femenina (1987), consiguiendo sabiamente integrar a su poética y acervo, lecturas postmodernas y de descreimiento que en una etapa posterior como Carmen Berenguer recalcó, dejaría abierto los espacios para nuevas generaciones y voces. Las llamadas minorías, étnicas, sexuales, políticas, antes disidentes y acalladas tienen hoy un sitio, gracias a la labor conjunta y valorable en el tiempo de autores comprometidos como Berenguer. Hablamos de un mapa por el cual la poesía actual puede transitar o desviarse para generar estéticas impredecibles, rotas las limitantes que antes podían constituir las verdades absolutistas, esto es fácil de constatar, si revisamos el trabajo de los novísimos; Gladys Gonzáles, H.H Montecinos, Pablo Paredes y Diego Ramírez, jóvenes que en el centro y sur del país no ocultan su admiración por Berenguer y la coherente evolución que ha tenido su arte desde Bobby Sands desfallece en el muro, poema autoeditado y lectura personal acerca de la trágica muerte por inanición del joven irlandés vinculado al IRA hasta sus títulos más recientes, Mama Marx o La Casa de la Poesía editados por Mago, Lom y Alianza. De manera que las escrituras actuales valoran y recorren el quehacer de la autora de “A media asta” no sólo porque beben mucho de su trabajo al ser lectura indispensable si consideramos los últimos treinta o cuarenta años de poesía en chile, sino además por que muchos de los que están tejiendo el material creativo presente, en gran medida han sido alumnos de ella en el instituto Balmaceda Arte Joven, foco renovador de la escena creativa desde el regreso a la democracia, lo cual demuestra otro punto en la carrera de la autora, su permanencia en los espacios que motivan la creación y el empuje de empresas, que hoy en lo literario dan sus frutos con editoras como Temple, Mantra, talleres como Arte y moda, publicaciones variadas y desde luego encuentros como el Poquita Fe. En definitiva la clase magistral y el nutrido diálogo que sostuvo Carmen Berenguer con los escritores y lectores obsesos de la ciudad fue sumamente saludable para revisitar temas como la escisión, ruptura y lucha a través de la creación, la subversión del lenguaje, el do it yourself tan requerido y el giro en los centros y contornos, materias de especial énfasis en su ponencia, y que más allá de lo teórico y academicista nos permite de primera mano atestiguar el poder de la poesía gracias a la intervención de los artistas e intelectuales que se ubican de cara a la lucha. .Berenguer y el recorrido que ha tenido su obra demuestran como las palabras dialécticamente desafían a su medio y trascienden al tiempo que las vio nacer. a veces ocultando el mensaje como en Molusco otras con fuerte ironía como en Santiago Punk, otras de manera directa, confrontacional y descarnada en los pasajes más explícitos de Naciste Pintada y en lo personal, encuentro que de forma maravillosa, al desafiar sensorialmente a la lengua y sus posibilidades comunicativas en el libro Sayal de pieles. .En otro ámbito de su ponencia hay que destacar la evolución y transito que ha tenido su obra. en cuanto a la difusión y reconocimiento que un trabajo consecuente y de calidad logra al captar por merito propio el interés de las editoriales e instituciones culturales, aún cuando ese no sea el norte o finalidad primera del escritor. Motivo que no es menor dentro de su visita, pues Carmen Berenguer este año se adjudicó el premio iberoamericano de poesía Pablo Neruda, anteriormente entregado a Juan Gelman, German Belli, José Emilio Pacheco, siendo Berenguer la primera mujer chilena en ser reconocida con este título, lo cual entre otros beneficios permitió su visita enmarcada dentro de una itinerancia en provicincias organizada por el Consejo nacional de la cultura y las artes. Situación que no es menor dentro de nuestra escena literaria que paradójicamente necesita de interacciones de este tipo para azuzar los ánimos y confirmar la realidad de aislamiento en que estamos inmersos y que no pasa sólo por distancias geográficas o una actitud vertical que se origina desde el centro del país, .pues en una etapa posterior del diálogo con Pablo Brodsky acompañante de Berenguer en la itinerancia y representante del consejo, muchas de las preguntas de los presentes se enfocaron en torno a la reivindicación del norte y la indiferencia del centro-sur., principalmente en cuanto a la injusticia que hay en la selección de los fondos de cultura y las políticas que ignoran a nuestras localidades; desconocimiento total de algunos de los dueños de casa y parte del público que sin fundamentos increpó y cuestionó a los visitantes, sin considerar que en la sala habíamos seis ganadores recientes de fondos de cultura en distintas categorías, Luis Seguel Vorphal. por novela pronto a ser lanzada en Arica y con éxito editada por Mago en Santiago bajo el contexto de la feria del libro, .Morales Fredes por narrativa breve con su libro “Ausenciando” ya editado, Markos Quisbert. joven poeta que ganó años atrás dos de creación literaria por poesía y ha participado en variados encuentros, Juan Jacobo Tancara. por su obra de ficción testimonial y con interesantes libros editados como La Palabra comprometida, también el poeta y académico reciente beneficiado Juan Carlos Mamani., y Daniel Rojas Pachas., el redactor ganador por investigación literaria en el 2008, además de otros que previamente se han visto apoyados motivando el crecimiento de la escritura en estos límites, lo cual demuestra un camino en la tarea de proyectarse sin esas miradas absolutistas y autocompadeciente chauvinismo. En tal medida la visita de Berenguer fue además de un valiosísimo encuentro un llamado de alerta hacia la tarea que hay por delante en cuanto a gestión y difusión de la intelectualidad literaria del norte grande, el desafío está lanzado, y como dijo la autora “hay que ir de cara a la lucha” Está por verse si estamos a la altura.
Autor: Daniel Rojas Pachas.
Publicado en: Cinosargo
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