Ventanas, puertas, ventanas, algunos rostros temerosos ocultan su curiosidad, amparan el morbo tras el cortinaje, en balcones, desde el primer piso, ventanas, puertas, ojos, más ventanas, luego sólo colores y mis pasos son a cada segundo más pesados, exigentes, demandan demasiado, la garganta es una lija, los ojos una caldera sudorosa…
Llevo dentro un motor deshecho, agotado, los brazos ya no me responden, no quiero pensar, no quiero saber lo que me harán, oigo sus caballos al doblar la esquina…
No están lejos, maldicen, gritan azuzan a sus bestias, blasfeman y luego una nueva arenga por el rey, muerte a los anarquistas, muerte a los traidores de la corona…
Lo sé, lo puedo ver, pero intento no imaginarlo… siguen el olor a sangre, ellos también lo imaginan, quieren ver mis tripas en una fosa común, no quiero terminar como el resto de mi familia, ahora solo veo manchas, hace tres cuadras que no escucho el castañetear de sus veloces patas, la fusta molesta. Al salir de la buhardilla pude entre cada zigzagueo sentir los tiros cortando el aire… la pólvora estallando, el metal contra el cemento de cada tiro errado, la mudez del toque de queda fue arrastrada por los suelos, entre el bramido de los belfos y las botas marciales… corre niño, corre, decía el idiota del pasaje, sólo vi las siluetas degollándolo junto a su lecho en un rincón, lo mataron por irresponsable, por escandaloso, por considerar todo un juego… la caballería no esta jugando… Me dio tiempo para salir… sus gritos, su agonía, evitaron que fuese víctima mientras dormía, así han caído tantos… creo haberlos perdido, ya no puedo más, ya no puedo pero debo seguir, debo seguir… eso me decía al escribir ese libelo, debes seguir, hazlo, sigue, al repartirlo en las fábricas, en las plazas, sigue, debes hacerlo… Ahora debo evitar ver atrás, convertir todo en una estela, seguir, ser un mirar de reojo, una exaltación general de mis sentidos… seguir y soñar con un día más si es posible, calles, esquinas un laberinto de casas y morros de basura con dueños, son los irresponsables, los idiotas de cada barrio, hay tantos estos días, tantos hambrientos, tantos laberintos, disparos, botas, cárceles…
Más disparos, cuerpos degollados, jóvenes tirados en la oscuridad cerrada, carreras abruptas abortadas, luchas por escapar, lo intentas de corazón, deseas seguir, fosas comunes, deseas; de pronto todo termina; silencio...
jueves, 26 de junio de 2008
Texto de Daniel Rojas Pachas
Autor: Daniel Rojas P
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Convicción por Daniel Rojas Pachas
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3 comentarios:
Buenisimo el blog flaco, va para mi lista de recomendaciones. la verdad, diez punto, segui asi.
La Bestia.
si queres, pasate
http://nojodamosmas.blogspot.com
un buen cuento, estremecfedor e inquietante.
Felicitaciones
Saludos
Gracias por la buena onda y sus comentarios, me voy a dar una vuelta por sus blogs. Los invito a visitar Cinosargo.cl.kz
Saludos
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