Sustraer el amargo destello,
la sana ensoñación y reloj atado.
La caminata,
largo y tupido cuello,
reverbera en copado
y terrible...
depone y sustrae,
cuanta achatada y sonrisa cara,
querida,
oneroso rostro de fémina herida...
el continente,
también lastimero, segundo a cuesta con lamentos.
En circulea fogata, sombría y terrible…
Con las manos atadas
de pies henchidos
y suelto en sílabas negras,
insospechado rebuzna,
resume y compendio a son,
los tumultos de gargantas
y las cunas de sierpe bicolor...
metamorfa de altura con enredadera de cabeza,
altiva, piadosa,
consiente y consiste,
en ir cubriendo de milímetro en mar
y de océano a cielo,
el cobrizo satélite,
cada pugna,
hollín encasquetado y extremidad hedionda,
unidas, mutiladas en su casta moribunda,
yerra y contrae la sal,
esa sol moneda,
sangre del principio eterno y principio...
Autor: Daniel Rojas Pachas.
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