La bola y cabeza
en esta báscula a rayas,
trae la camisa abierta
y un negro manto
con borlas de plata.
Su delirio
es el profundo púrpura
y la explotada pesadilla
no engaña estos ojos
jubileos –
con su profano
tintorneado errar de
bundo-vago,
es la señal,
la prima-vera-niega
muestra del pasado.
Maldita su mirada.
Maldita su idea
sentada en la verde silla.
El colonizaje nos trajo esta lengua,
ahora,
qué más da,
colonizarla con el mestizaje
de locura.
Autor: Daniel Rojas Pachas
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