Datos técnicos
Dirección y guión: Werner Herzog.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 120 min.
Género: Drama, acción.
Interpretación: Christian Bale (Dieter Dengler), Steve Zahn (Duane), Marshall Bell (almirante), Jeremy Davies (Gene), Pat Healy (Norman), Toby Huss (Spook), Evan Jones (Lessard).
Producción: Steve Marlton, Elton Brand y Harry Knapp.
Música: Klaus Badelt.
Fotografía: Peter Zeitlinger.
Montaje: Joe Bini.
Diseño de producción: Arin Pinijvararak.
Vestuario: Annie Dunn.
Sobre el film: La cruzada de Dieter Dengler (Cristian Bale) sobreviviente de un accidente aéreo durante una maniobra de bombardeo en Vietnam (previo al encrudecimiento del conflicto) y su precaria condición, posterior al siniestro: Cautiverio y escape de la agreste selva y no menos eversiva fuerza de resistencia de este país; debemos entenderla no como una historia bélica, pese al contexto que la enmarca.
No estamos ante Pelotón, Apocalipsis Ahora o Full Metal Jacket, la idea de Herzog al situarnos en tan dolorosa atmósfera, un paraíso profanado por la locura y el absurdo; no es plantearnos de manera desnuda y cruenta los efectos de la guerra sobre el espíritu humano, tampoco la muerte del sueño americano y la degradación de los incautos jóvenes que fueron enviados a morir sin sentido.
Claro que nos vemos envueltos en lo que será la frenética matanza y la guerra de guerrillas, pero desde un foco distinto, el de un tipo que por amor a un sueño esta allí.
Lo cual puede llevarnos a límites insospechados y cuestionar desde otra perspectiva un tema que suele no estar exento de propaganda, nacionalismo, morbo y reivindicación. Pero pensar Rescue Dawn, en términos propagandísticos o reivindicatorios de alguna causa, no seria justo y en gran medida improbable, por la visión pulcra y comprometida del director para con el cine.
Herzog es una cineasta de tomo y lomo, capaz de desafiar las locaciones más complejas, los egos actorales más explosivos (ver Kinsky- Mein liebster Feind) y estar allí, al pie del cañón como dicen, viviendo a la par de sus protagonistas los embates crudos del rodaje.
De origen Aleman, Herzog no escogió por azar esta historia, el hecho verídico, era familiar para él, en su línea documental, dedicó una cinta a su compatriota obseso con las alas, llamada: Little Dieter Needs to Fly
Al enterarnos a través de ella, de un poco más de la vida del Dieter verídico y al contrastar al ser de carne y hueso con la gran interpretación de Bale. Se sepultan las últimas sospechas que pueden haber en torno a la militancia de este. Pues una vez libre de las garras caprichosas de la muerte, Dengler renunció a la fuerza aérea para dedicarse a volar de forma privada y dar rienda suelta al verdadero sueño y motivación, que siempre tuvo.
Ya al tanto de la biografía y devenir del protagonista, no podemos como espectadores dudar de la posición de Dengler frente a la guerra y sus consecuencias. Casi al arrancar el film, queda claro que el eje de la narración no apunta a solventar una ideología o causa política, sino más bien un afán privado e intimo: Volar, experimentar y repetir esa mágica experiencia que es surcar el cielo como una vez lo soñara ambiciosamente Icaro en sus alas de cera. Obsesión infantil que nace para el germano piloto nacionalizado norteamericano, durante los bombardeos que presenció en su niñez, en la Europa beligerante.
A esta altura el espectador se preguntará entonces, de qué se trata esto, de un film de mera entretención. Es entretenida ciertamente, aunque va más allá y prefigura una tensión por momentos claustrofóbica y demencial, sin lastimar el humor, la ironía y por que no, la inocencia gracias a las actuaciones desenvueltas de Zahn, Bale y un magnifico Jeremy Davies (Gene) todos atrapados en lo que pudiésemos definir como la frontera entre el cielo y el abismo de la deshumanización.
El director de orquesta, un vigente Herzog de sesenta y seis años, igual de dinámico y prolífico, nos da en pleno siglo XXI una mirada a lo mejor de su cinematografía. Clásicos como Fitzcarraldo, Aguirre la cólera de Dios o Cobra Verde entre otros.
En la cinta lo notamos más mesurado pero no por eso vendido a la comercialidad y exento de sus dotes de gran historiador y artífice de la pantalla grande.
Herzog retoma viejos temas elementales en su filmografía, la supervivencia, la tozudez de sus protagonistas, la fijación ante una idea imposible, empresas colosales y la voluntad de poder, enmarcada por la personalidad fuerte de soñadores desarraigados.
En definitiva, asistimos a 120 minutos bastante líricos, no exentos de locura y con grandes dotes de esperanza y humanidad
Autor: Daniel Rojas P.
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